5 pueblos abandonados de España con mucha historia

Las personas que desean hacer un turismo diferente y que no temen adentrarse en lo desconocido pueden tener sus vacaciones ideales recorriendo los pueblos abandonados que hay por España y por el mundo. Muchos de estos se consideran auténticos pueblos fantasma y se cuentan de ellos historias que rozan lo paranormal. ¿Te atrae el mundo del misterio o te gusta hacer urbex por las aldeas abandonadas? Sigue leyendo, porque vamos a hablarte de cuáles son estos lugares perfectos para tu próxima escapada.

El misterio del pueblo abandonado de Belchite

Hablar de pueblos abandonados con historia es irremediablemente hablar de Belchite. De hecho, es uno de los rincones preferidos por los estudiosos de lo paranormal y hasta se han rodado películas aquí. Belchite viejo está a 50 kilómetros de Zaragoza y es uno de tantos pueblos que fue arrasado por culpa de la Guerra Civil. 

El enfrentamiento entre las tropas de franco y las fuerzas republicanas causó numerosas muertes, dejando el pueblo bombardeado y prácticamente solo. Décadas después de aquella masacre, cuentan que todavía se escuchan los gritos de algunas de esas almas que quedaron atrapadas entre el ayer y el hoy. Si crees en fenómenos paranormales, sabrás de lo que estamos hablando…

Jafra, el pueblo fantasma de Barcelona

Otro de los pueblos despoblados que merece la pena visitar, especialmente si estás por Barcelona, es Jafra. Este se encuentra en el Parque Natural del Garraf. Allí quedan los restos de diferentes construcciones, todavía algunas de ellas en pie, de un espacio que no habita nadie desde los años 60.  

Las ruinas que hoy vemos se corresponden, entre otros, con lo que antaño fue la casa del barón, la Iglesia de Santa María de Jafre y el cementerio. 

Aunque hay diferentes versiones, todas ellas apuntan a que una familia austriaca, importante y adinerada vivía allí con sus hijos. Estos hijos, todos varones, tenían una extraña enfermedad que les hacía ver como monstruos en su apariencia física, razón por la cual los pequeños permanecían encerrados y no se les permitía relacionarse ni hacer vida social. Más tarde, nació una niña y la madre de las criaturas murió en el parto. El marido enloqueció, envenenó poco a poco a los niños. En un arrebato, persiguió a su hija para matarla y esta cayó a un pozo.

Ribadelago (viejo), de los pueblos solitarios más tristes de Zamora

Ribadelago es otro de los pueblos fantasmas que merece la pena visitar, pese a que sea un espacio triste, porque aún contiene ese dolor de las tragedias que lo llevaron a convertirse en un lugar deshabitado y que inspira temor. En 1959 se rompe la presa de Vega de Tera, arrasando el pueblo y a gran parte de sus habitantes. De los fallecidos, apenas se pudieron rescatar 28 cuerpos, mientras que el resto quedó bajo las aguas del Lago Sanabria.

Además, pocos son los que se atreven a adentrarse en la aldea de Villaverde de Lucena, sobre todo en las Noches de San Juan, porque se cree que en esa fecha se aparece en alma de un mendigo al que nadie acogió una noche de tormenta. El mendigo habría lanzado una maldición al pueblo, y dicen que cada madrugada del 24 de junio se escuchan repicar las campanas y gritos.

El Castil, lugar estratégico de guerras históricas

Se sabe que El Castil ya existía en el siglo I d.c. Pero fue en el siglo XIII que se convirtió en un lugar muy estratégico para las diferentes batallas que tuvieron lugar en Jaén y, principalmente, en la Reconquista y más tarde en la Guerra Civil. Fue después de esta que sus habitantes tuvieron que trasladarse a otras zonas con mejores posibilidades, porque el conflicto había hecho que el pueblo perdiera todos sus recursos. Una lástima, porque al inicio El Castil era rico en piedra caliza, de la cual están hechas muchas esculturas de la Catedral de Jaén y contaba con unas salinas importantes.

Como es habitual en pueblos solitarios como este, muchos visitantes aseguran haber escuchado los gritos de una niña. Y también voces del exterior, cuando supuestamente no había nadie allí.

Cabezudos, otro de los pueblos abandonados situado en Huelva

Visitar Cabezudos es recorrer una de las aldeas abandonadas más acogedoras que existen por Andalucía. Ciertamente, aquí no hay desgracias que contar, ni tampoco se han producido muertes conocidas destacables. Es a priori un pueblo tranquilo y apacible, incluso acogedor, al que de vez en cuando acuden cazadores y curiosos para hacer urbex y sacar fotografías que intentan recuperar algo del pasado.

Impresiona porque está bastante bien conservado pues tiene su Iglesia, colegio y hasta un bar, aparte de un grupo de viviendas a las cuales puedes entrar. Eso sí, ¡cuidado! Porque es un poblado forestal y nadie debería estar allí, aún así los osados se atreven a entrar atraídos por el misterio o porque encuentran en el sitio un espacio aprovechable para hacer un picnic sin molestias de la multitud.

Algunos visitantes aseguran haber visto sombras que, en contados casos, interactúan, haber oído pasos y haber captado diferentes psicofonías. También impresionan los cambios bruscos de temperatura.

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